You have this Little Things

You Have This Little Things~ Capítulo 2.

Dos días después, en casa de un alumno del instituto Coláiste Muhire, Irlanda.

Me levanté y bajé rápidamente a la cocina.

-Buenos días -dijo mi madre que desayunaba mientras hojeaba el periódico.

-Sí mamá, pero...¿Y el correo?

-Aún está en el buzón.

Salí aún en boxers a las frías calles de Irlanda. Hoy ni nevaba, ni llovía, raro. El profesor de lengua Inglesa nos había avisado de que las cartas de los nativos Españoles y tenía curiosidad por saber con quién me escribiría.

Busqué entre todas las cartas hasta una que ponía por fuera ≪Mullingar, Westmeath, Irlanda. Remite:C/ des Rapallar, Ibiza≫.

Con ella en la mano subí otra vez a mi habitación y me dejé caer en la cama. La abrí y la leí un par de veces.

Hoy es sábado, por lo que tendría tiempo suficiente para contestarle.

Una vez escrita, la leí para mí.

¡Hola! Soy Niall Horan, yo seré tu compañero de correspondencia. Seguro que nos llevaremos bien. Tranquila, mi español si que está defectuoso! Pero me has caído bien! Espero tu carta! ¡Adiós! Un beso, Niall.

Una vez puse la dirección y la eché en el buzón, volví a casa. Esperaba que llegase el Miércoles para recibir la siguiente.

Lunes, a 2.576 km de allí, en Ibiza.

~Narrador Externo~

Acabó de leer la carta que recién había recibido, tenía ganas de saber más de esa persona que acababa de conocer. Lo que no sabía es lo que pasaría dentro de unos años, daría un giro completo a su vida.

You Have This Little Things~ Capítulo 1.

Las maletas descansaban al lado de mi cama, estaba de vuelta en Ibiza, el lugar del que nunca debía haber salido. Ahora sí estaba claro, mi corazón había muerto y yo solita me había encargado de recomponerlo. Y ahora tenía claro que nadie volvería a ocuparlo, ya nunca volvería a entregarlo de aquella manera. Ahora tengo diecinueve años, pero esta historia se remonta tres años atrás, allá por dónde yo era ciega y dejé entrar a la persona equivocada a mí corazón.

3 años atrás, en el instituto Blanca Dona, Ibiza.

-Hey, Ally, espera!
Me giré al oír aquella voz femenina gritando mi nombre para descubrir a Anne Brucce correr hacia mí. Si yo ya estaba extrañada de que la rubia de puntas teñidas me dirigiese la palabra, más lo estaba Elisabeth, mi mejor amiga. -Sí?
-Has visto a los del intercambio? Ya han llegado! Pero no los encuentro, y quería darles la bienvenida.-Vamos, que quieres mirar si están buenos, no? -se metió Eli, la que recibió una mirada de odio. Al parecer, ninguna estaba cómoda con esta conversación.
-No, no los he visto... podrías pasarte por la sala de delegados, igual están allí arreglando el papeleo o...
-Gracias! -dijo sin dejarme acabar y saliendo corriendo hacia allí.
-Qué maleducadas son algunas... -añadió Eli antes de seguir andando. Me incorporé y la seguí hasta la clase 2º de BACH A.
Nos sentamos en nuestras mesas rápidamente, tan pronto el profesor de inglés entró por la puerta, seguido de un alumno, que debía ser del intercambio.-Buenos días clase. Recordaréis el curso que pasasteis el año pasado a las islas Británicas, no? Pues cuatro alumnos de intercambio de allí han llegado y pasarán aquí el curso. En este grupo, se integrará el alumno, Harry Styles, venido de Chesire, Holmes Chapel en Londres. A partir de ahora forma parte de clase y toda burla será puntuada negativamente en la nota, a parte de ser considerada como una falta grave. Entendido?
Todos asentimos mientras el nuevo chico de rizos castaños y ojos verdes tomó asiento delante mío.
-Pobrecito...-me susurró Eli- tan pronto lo vea Anne no va a dejar de darle guerra!No pude evitar soltar una carcajada y toda la clase se giró para mirarme.
-Qué le parece tan gracioso, señorita Mitchael?
-Nada, lo siento, señor Ellis.Este siguió con su clase como si nada hasta que la palabra ‘‘correspondencia’’ me sacó de las nubes.
-Ya que tenemos la suerte de contar con una persona de otro país, será otra gran oportunidad poder comunicarnos a través de la correspondencia con nativos de las Islas Británicas. Por eso, os entregaré a cada uno, un trozo de papel con la dirección a la que escribiréis la primera carta -comenzó a repartir trozos de papel, tan pronto como lo dejó sobre mi mesa, le di la vuelta al mío- Para mañana la tenéis que tener enviada, sin falta.
Un quejido sonó por toda la clase mientras yo leía mi dirección: Mullingar, Westmeath, Irlanda.
-Qué te parece lo de la correspondencia? -me preguntó Eli cuando me dirigía a casa.
-Bien, supongo. Pero no tengo ni idea que preguntarle al chico, o chica con el que se supone que voy a hablar.
-Yo sí! Ojalá sea un chico! Le diré que me mande una foto! Y si está bueno...Ai, mai, lo que haría si estuviese bueno!
-Sí tía, ojalá mi Irlandés sea chico también.
Me despedí de ella y seguí caminando hasta llegar a mi casa, tenía una nota sobre el frigo que decía que tenía comida en el microondas, que llegarían tarde y que me querían. Era la misma de ayer, ni siquiera se habían molestado en cambiarla. Subí a mi habitación y me senté como un indio con libreta en mano. Le pondría lo típico de ≪Hola, qué tal? Soy Allysson Mitchael, encantada de conocerte. Cómo te llamas? Adiós, un beso!≫Aunque si no quería suspender e ir a septiembre de cabeza, debía de currármelo un poco.

¡Hola! Me presento, soy Allysson Mitchael y hablaré

contigo por correspondencia durante este curso.

Espero que nos llevemos bien! ¿Cómo te llamas?

Lo siento si mi inglés es un poco defectuoso, pero

no se me dá nada bien! Esto es todo de momento.

¡Adiós! ¡Un beso!

Allysson♥

Bien, eso ya es otra cosa... Salí como un rayo una vez que la pasé a limpio y la eché en el buzón. La verdad, esperaba con impaciencia que me llegase la carta de aquel desconocido.

Introducción ~

Y...Qué pasa cuando te enamoras de alguien que no has visto en tu vida? Y si resulta ser la persona equivocada? Pero... y si no lo es? Qué pasa si el amor de tu vida vive a más de 2.576 Kilómetros de distancia? Vuestros corazones nunca estuvieron separados pero, y si ahora algo cambió? Y si ese algo que no sabes provoca que entre vuestros corazones empiezan a afectar los kilómetros? Y si la mejor solución no fue coger ese vuelo y lo que descubres al llegar allá es diferente a lo que creías? Quizás, que la persona que menos esperaba que le fallase, fuese la primera en hacerlo, la llevó a tomar las decisiones que tomó, aunque fuesen de todo menos correctas. Su vida dio un giro de 180 grados. Y cuando ya nada es lo que era, la llegada de esa carta hará cambiar la historia, los 360 grados completos.